Iron Fist se reposiciona como una el lanzamiento vital de Motörhead en un período crucial en el que se vieron atrapados en el tornado provocado por el éxito y, al más puro estilo de Motörhead, pasaron a la siguiente fase en su carrera a tal velocidad que trascendió la lógica o la razón. Como kamikazes que fueron, cuarenta años más tarde, con las consecuencias disipadas desde hace mucho tiempo y un trabajo de masterización adecuado, Iron Fist suena como el Motörhead que primero conocimos, sin guantes ni cinturones de seguridad. Por pura velocidad, podría ser el más rápido de todos, ¡la feroz canción principal ganó tal elogio en Kerrang! en su homenaje extendido a Lemmy después de su fallecimiento. En 1982, el punk había desaparecido, la nueva ola de heavy metal sonaba chirriante y cliché al lado de sus padrinos y, mientras tanto, Motörhead retuvo esa habilidad esencial de reírse de todo, incluso de sí mismos mientras realizaban este tipo de lanzamientos relámpago en todos los sentidos. El álbum Iron Fist; nueva remasterización creada a partir de las cintas originales. Prensado en vinilo como un álbum triple, que inlcuye un paquete de libros de 20 páginas y un mediabook de lujo de 24 páginas,

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